martes, 1 de marzo de 2011

Nuestra Huella



Imagínese tomando una hoja de papel. En su mente, pártala en dos. Ponga una mitad sobre la otra y vuelva a partir en dos ambos papeles, ahora tendrá cuatro pedazos. Póngalos uno sobre otro, vuelva a partir en dos y a poner los ocho pedazos resultantes uno sobre otro. Ahora le pregunto: si usted repitiera este ciclo 40 veces más, ¿qué altura tendría el último puño de hojas?   

Normalmente, la gran mayoría  contestamos mal esta pregunta. Hacemos algunos cálculos, multiplicamos números en la cabeza, pero nunca estamos ni cerca de la altura correcta. Lo mismo pasa con el Cambio Climático. La comunidad científica está de acuerdo en que Usted, y yo, y el resto de nosotros estamos cambiando el clima del mundo con nuestras acciones, pero sentimos que lo nuestro “no es tanto”, y todo sigue igual. El problema es no darnos cuenta de que así como cada hojita de papel cuenta aunque tenga un grosor de apenas un décimo de milímetro;  cada uno de nosotros también contribuye.  

La altura del puño de hojas de papel del ciclo anterior, es bastante más que la distancia de la Tierra a la Luna – le parezca factible, o no.

Entonces vamos por partes, lo primero es  Nuestra huella de Carbono.  Aunque se sabe de su importancia desde hace varias décadas, es hasta ahora que toma relevancia global porque ya estamos sintiendo sus consecuencias. 

¿Qué es la Huella de Carbono?   Para entenderla mejor, podemos separarla en dos: Cuando se habla de cambio climático, la “huella” es una metáfora del impacto total de nuestras acciones en el ambiente. “Carbono”, por su parte,  es una forma rápida para referirse a todos los gases que contribuyen al calentamiento global; especialmente la cantidad de Dióxido  de Carbono, el más abundante de estos gases, y el cual se está convirtiendo en un problema.

Veamos: El Carbono es un elemento realmente común en el planeta. Se le puede encontrar en el grafito de los lápices, en el diamante de los anillos, como parte del petróleo, disuelto en una bebida gaseosa, en la hoja de un árbol y en el agua de mar. También en el aire que nos rodea, como parte del Dióxido de Carbono (CO2).

Todos los seres vivos dependen del Carbono. Los animales lo exhalan al respirar en forma de CO2 mientras que otros, como las plantas y árboles, lo absorben en sus procesos biológicos. Este ciclo, es parte del llamado Ciclo del Carbono,  y lleva miles de años sucediendo en un equilibrio perfecto.

El problema, sin embargo, no es “ese” Carbono. El problema es el Carbono que lleva muchísimos años “almacenado” en materiales como el petróleo o los árboles y que ahora estamos liberando a la atmósfera al usar combustibles, leña o carbón. Esto sucede porque al quemar estas “reservas” de Carbono, este se libera en estado gaseoso: CO2 y “ese” es el Carbono problemático. 

La cantidad de CO2 que se encontraba presente en la atmósfera hasta hace unas pocas décadas había sido prácticamente la misma. Pero desde la revolución industrial empezamos a quemar carbón y otros combustibles, y ahora estamos quemando cientos de miles de barriles diarios de petróleo para mover nuestra sociedad, liberando más y más CO2 a la atmósfera

Este exceso de Dióxido de Carbono, junto a todos los Gases de Efecto Invernadero como el metano y los óxidos de nitrógeno, se acumulan en la atmósfera y actúan como una barrera que no deja escapar el calor, reteniendo parte de los rayos solares que de otra forma saldrían reflejados de la Tierra. Por consiguiente en la atmósfera, al recibir más calor del que logra salir,  se produce un efecto similar al que se da en un invernadero, y por esto a esos gases se les llama Gases de Efecto Invernadero (GEI). Aún cuando el efecto invernadero se da naturalmente,  el exceso de estos gases en la atmósfera la calientan, por lo que todos juntos: usted y yo, en nuestras actividades más básicas estamos ayudando a calentar el planeta. 

Por muchos años se había querido creer que la atmósfera “infinita”  absorbía todo este desecho gaseoso, pero como se dice popularmente: no hay almuerzo gratis y el planeta nos está pasando la factura de una fiesta que lleva décadas. Lo bueno de esto es que con algunas decisiones firmes y un poquito de sentido común, cada uno puede disminuir su contribución a este efecto. Ser consciente de nuestro impacto es de vital importancia, pero lamentablemente hasta ahora ha sido un tema que  nos interesa menos de lo que nos debería interesar, y  que sin duda conocemos menos de lo que deberíamos de conocer. 

¿Cuándo liberamos “Carbono”? Contrario a lo que muchos quieren creer, el petróleo no se utiliza solamente cuando manejamos nuestro vehículo, se utiliza muchísimo más. Cada pedazo plástico se obtiene de derivados del petróleo.  Cada artefacto de fabricación industrial necesita energía para producirse, y muy probablemente esa energía provenga de quemar petróleo. Cada artículo importado a Costa Rica llegó en barcos, aviones o camiones, todos grandes consumidores de combustible; y la lista sigue y sigue…  
 
El problema es que apenas con un par de grados que se caliente la tierra cambiamos todo. No necesariamente todo sería más caliente, si no que se rompería –se está rompiendo- el equilibrio que ha tenido nuestro planeta desde hace miles de años. Si el planeta empieza a calentarse aumentan las tormentas, las inundaciones y las sequías. En Costa Rica por ejemplo, mientras que noviembre 2010 fue el mes más lluvioso en los últimos 30 años, setiembre 2009 ha sido el más seco en el mismo periodo. Con el calentamiento, también se alteran ecosistemas  por lo que se extinguen especies; situación que ya está pasando en Monteverde,  un paraíso que desaparece. Y con apenas un par de grados más cambiarían las mareas, se derretirán los polos y subiría el nivel del agua, por lo que desaparecerían ciudades costeras.

El Cambio Climático es tan real, tan importante y tan grave que tenemos que hacer algo al respecto, y se calcula que pronto cruzaremos el punto donde la situación deje de ser reversible.

Lo que nosotros emitimos... ¿es tanto?  Las estadísticas confunden y son idóneas para librar responsabilidades. Por supuesto que China y USA liberan muchísimo más CO2 que Costa Rica, pero esa comparación no es justa.  Si usted tiene carro, ha salido del país, consume artículos importados, etc.,  persona a persona, muy probablemente usted tenga una Huella bastante más nociva que la de una persona del campo en China. Además, parte del Carbono liberado por estos países provino de producir productos chinos y estadounidenses que usted ha comprado – ¿tiene usted algo Made in China o Made in USA?


¿Qué podemos hacer?  El impacto de las acciones personales es enorme, y por esto lo que cada persona haga tendrá repercusiones en el futuro, cada uno decide si para bien o para mal.

Hay 3 puntos claves que cada uno debe hacer para contribuir positivamente:
                                                      
1.   Lo primero es empezar por uno mismo – evitar el desperdicio. 
  • Utilizar transporte público y disminuir el uso de vehículo personal, compartir el transporte y cuando sean trayectos cortos, caminar. La gran mayoría de automóviles que transitan por San José llevan solo una persona - imagínese el ahorro ecológico, económico y temporal si por cada 5 carros hubiera solo uno. Si un automóvil pesa más de 1000 kg y una persona tal vez unos 60kg,  quiere decir que de la gasolina que se quema,  solamente una mínima cantidad se aprovecha para transportar el pasajero, ¡el resto (la gran mayoría) es para transportar peso inútil!
  • Disminuir el consumo de carne. El costo ambiental de criar una res es enorme en comparación con el de las frutas y vegetales. No solo por los recursos que consume el animal y la cantidad de terreno deforestado que necesita, sino también por la cantidad enorme de gases que produce. Para sorpresa de muchos: a nivel mundial el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero que el sector de transportes, generando el 65% del óxido nitroso y el  37% de todo el metano que producimos, ambos gases MUCHO más nocivos para el ambiente que el CO2. 
  • Desconectar aparatos eléctricos y cargadores de celular que mientras están conectados siguen consumiendo energía. Apagar luces innecesarias, apagar el monitor.  Usar menos agua caliente en el baño.  Gastar menos electricidad. Solamente en el año 2009, el país compró más de 137 millones de litros de derivados del petróleo para la generación eléctrica, y en el  2010 esta cantidad aumentó casi un 50%. Cuanta más energía botemos, más petróleo se tendrá que quemar para abastecernos, es muy sencillo.
  • Comprar frutas y verduras de Costa Rica, y cuando sea posible: productos orgánicos. Por más tentador que sea comer una nectarina de Chile, un kiwi de Nueva Zelanda, una naranja de California, hay que ser conscientes que estos productos recorren, refrigerados y en barco, miles de kilómetros antes de llegar a nuestros supermercados. ¿Vale la pena ese pequeño placer por un precio tan alto?
  • Usar menos cosas, necesitar menos cosas. No comprar botellas plásticas y nunca  aceptarlas en restaurantes. No comprar productos que estén envueltos de más: ¡no siempre se necesita un envoltorio!   Separar la basura, reciclarla.  Cada vez que compramos un artículo desechable de plástico debemos recordar que estamos comprando un derivado del petróleo para botarlo a la basura, y el gran daño ambiental que eso representa. Es hora de dejar de comprar estupideces.  Nuestro Mayor Legado.
  • Ser clientes de empresas responsables: el consumidor tiene el poder cuando decide qué comprar- ¡no se nos vaya a olvidar esto! Ya son bastantes las empresas que neutralizan su Huella de Carbono.  Identifiquémoslas, leamos la etiqueta…
  • Sembrar árboles. Podemos contrarrestar parte de lo que no podamos evitar, sembrando y manteniendo árboles.  No es necesario un parque nacional o una sabana para sembrar un árbol. Dan sombra, purifican el aire, dan vida y embellecen cualquier espacio abierto.
  • Hacer un compromiso para actuar – ¿cuánto está dispuesto usted a cambiar?

2. Concientizar a los que aun no saben de este tema – Comunicar.
  • Comentar  sobre prácticas que a todos nos incumbe, enseñar a los más pequeños y a los mayores que crecieron en un mundo distinto. 
  • Difundir este artículo u otro sobre el tema. Aun hay muchas personas que no saben de la importancia de sus decisiones,  cuantas más personas estén consientes de esto, mejor. 
  • Apoyar organizaciones que estén trabajando contra el cambio climático – ¡son muchas! 

3. Exigir acciones concretas y definidas a los responsables.
  • Mejorar el sistema de transporte público, la Ruta Interurbana debería estar funcionando hace meses - ¡esos rótulos viejos y aun sin estrenar son una vergüenza nacional!
  • Señalar las empresas irresponsables; con las redes sociales es sumamente fácil hacerse escuchar.
  • Solicitar en nuestra empresa que se implementen cambios: que se separe la basura, que se utilicen proveedores responsables, que disponga de buses para empleados. ¿Sabía usted que el Artículo 38 del Código de Trabajo obliga a su empleador a dar la posibilidad de transporte si el lugar de trabajo está a más de 10Km de su lugar de habitación? Aun con distancias más cortas, organizar buses para las empresas es bastante sencillo, barato y razonable. 

Lo bueno.  Aun cuando en un inicio puede ser abrumador, no es difícil implementar estos cambios. Esta encrucijada nos presenta una oportunidad para un vivir mejor: para reconocer la importancia de las cosas que la tienen. Para pensar en nuestros hijos y en todos aquellos demasiado jóvenes para defenderse.  En pocas situaciones la persona común tiene tanto impacto como en este tema. ¿Cómo le explicaría usted a un bebé de hoy dentro de 20 años que no hicimos lo necesario para revertir el problema?

El planeta es enorme y lleno de recursos, el problema es cómo los estamos utilizando. Como dijo Gandhi: “el mundo es suficientemente grande para satisfacer la necesidad de todos, pero siempre será demasiado pequeño para satisfacer la avaricia de algunos”, y a como estamos viviendo, en ese “algunos” estamos incluidos casi todos.

Necesitamos cambiar la manera de consumir y empezar a actuar, ahora. Es tiempo de preocuparnos por el mañana, y como dijo Barack Obama hace unos días: "todos necesitamos hacer pequeños sacrificios para no sacrificar nuestro futuro".

Mientras dependa de nosotros,  depende de usted y de mí y de ellos; y podemos tener esperanza...  


Este artículo solo fue posible gracias a la asesoría técnica 
de Catalina Muñoz, Ing. Industrial especializada en Cambio 
Climático, y con un vasto conocimiento del tema.
-    Gracias Cata.







Otras referencias:

1.      Our Choice: How we can solve the climate crisis, Al Gore. (2009) the Penguin Group. New York, USA. 

2.      What is a carbon footprint? Mike Berners-Lee and Duncan Clark (June 2010) The Guardian, UK http://www.guardian.co.uk/environment/blog/2010/jun/04/carbon-footprint-definition

3.      The Carbon Footprint (Feb 2011) Carbon Footprint Ltd. Hampshire, UK http://www.carbonfootprint.com/

4.      Generación eléctrica gastó más petróleo a pesar de año lluvioso, Mercedes Agüero (Diciembre 2010)  Periódico La Nación, Costa Rica.  http://www.nacion.com/2010-12-20/ElPais/NotasSecundarias/ElPais2624907.aspx

5.      La ganadería amenaza el medio ambiente, Christopher Matthews, (Noviembre 2006) Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Roma http://www.fao.org/newsroom/es/news/2006/1000448/index.html

6.      Costa Rica: II Informe de Seguimiento, Objetivos de Desarrollo del Milenio 2009 (Agosto, 2010) Mideplan, Costa Rica. http://www.eclac.org/MDG/noticias/paginas/4/35554/CostaRica_ODM_2009.pdf

7.      Gas de efecto invernadero. (Feb 2011) Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Gas_de_efecto_invernadero

8.      Ciclo del Carbono. (Feb 2011) Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Ciclo_del_Carbono

9.      Código de Trabajo de Costa Rica. TITULO SEGUNDO: DE LOS CONTRATOS Y DE LAS CONVENCIONES DE TRABAJO. Capitulo primero. Disposiciones generales y del contrato individual de trabajo: Artículo 38.  Si se contrata al trabajador para servicio o ejecución de obra en lugar distinto al de su residencia habitual en el momento de celebrarse el contrato, el patrono sufragará diariamente los gastos razonables de ida y retorno, siempre que haya diez o más kilómetros de separación entre ambos sitios.

7 comentarios:

  1. Excelente hacernos reflexionar de nuevo sobre la influencia de cada uno de nosotros en el problema y en la solución. Si queremos un cambio tenemos que hacer las cosas distinto.... Sí podemos!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Con gusto Alonso, gracias a vos por la iniciativa!

    ResponderEliminar
  3. MUY BUENO EL ARTÍCULO! Que bueno que los hermanos se junten para hacer concientizar al planeta entero, gracias

    ResponderEliminar
  4. "Impresionante, excelente contenido y facil comprension, te felicito. El que no sabe es el que no ve Asi que al leer esto todos vemos mas. Gracias"

    ResponderEliminar
  5. Buenísimo, muchas gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar
  6. Enlighting!!!
    Bravo,y bravo a Cata...continúen porfa, cada día se aprende algo nuevo e importante!
    Alex

    ResponderEliminar
  7. Alonso, que dicha que en este mundo haya personas como vos tan comprometidas con el ambiente y por ende con el bienestar del ser humano que es en ultima instancia el que cuenta. Me enorgullece tener un sobrino con tanta conciencia social. Este articulo esta muy bueno por la foma clara y secncilla en que explicas el problema y las soluciones que podemos implementar para aminorarlo. Realmente nos mueve a la accion. Felicitaciones por tus logros, y esperamos muchos articulos mas. Felicitaciones a Catalina por su contribucion. Un abrazo, Berta

    ResponderEliminar