Después de pasar más tiempo que el que cualquier persona quisiera gastar buscando parqueo, ingresé al centro comercial atravesando una tienda de departamentos. Buscando la manera de salir hacia los pasillos, por desconocimiento o por descuido, había llegado a la sección de artículos para niños. Una sección decorada con colores brillantes, Santas con renos y nieve falsa. Así como todo el centro comercial, estaba atiborrada por personas en busca de regalos para celebrar navidad. Tenía una cantidad de pasillos incontables con millares de camiones, guerreros mutantes, princesitas y juegos de maquillaje. Mientras caminaba abrumado, en el fondo de mi cabeza se escuchaban villancicos y un coro disonante de niños que con lloriqueos, miradas tiernas y gritos, les pedían, ¿exigían?, a los adultos que les comprasen algo.
Entre los
miles de pensamientos que inundaban mi cabeza en aquel momento, me molestaba
especialmente la idea de que esos miles de kilos de plástico chino próximamente
iban a ser basura. No solo esa basura que intoxica y contamina nuestros mares
(Una isla de basura), sino que también esa basura psicológica que entra en la
cabeza de los pequeños haciéndoles creer que necesitan chunches* para ser
felices. Poco a poco vamos metiendo a los menores en esta bola de nieve de la
cual usted y yo ya somos parte, en la que necesitamos expresar el éxito, la
felicidad y el amor, con cosas. La misma
necesidad que inunda los comercios y las calles en navidad, y ahora también durante
el Viernes Negro…
Lo último que vi antes de salir de esa tienda fue la cara de sufrimiento de una niña a quien llevaban arrastrada de la mano sin haberle comprado aquella cosa que ella tanto quería – cualquier cosa que fuera.
Caminando
hacia el restaurante, iba pensando en la niña: en cuando habrá sido que ella
empezó a sentir esa agonía por una compra no realizada. ¿Habrá sido solamente
la publicidad, o la misma familia la que se lo había enseñado? Pensé en el
cambio que hubo en apenas un par de generaciones, estoy seguro que sus abuelos
no tenían esa necesidad material que ahora ella sentía… e inclusive, hasta
pensé que sería maravilloso que esa energía en comprar y todas esas campañas para recaudar regalos materiales para niños
pobres, se repitieran en unas pocas semanas para facilitarles su entrada a
clases.
Con todo
esto, empecé a pensar en qué podría ser un buen regalo, a ver si coincidimos –
¿usted qué piensa?
¿Qué tal una
experiencia? Un paseo, Costa Rica es precioso. Un curso de fotografía, de cocina, de buceo,
de guitarra, de algo, cualquier cosa que le interese conocer. Una actividad,
¿qué tal canopy, parapente, bungee, rafting, la visita a una finca de mariposas, un masaje? ¿Qué tal un concierto, un picnic, una cena, un atardecer de mil colores?
Hace un par de años me regalaron un paseo a Chirripó y ha sido de los mejores
regalos que he recibido...
Aún más,
pensando en el tema me acordé de unos amigos que en lugar de pedir regalos para
su hija en el día de su cumpleaños, piden donaciones para diferentes causas.
Cada año cambian el objetivo, hasta lo deciden con ella: un refugio de
animales, un orfanato… Lo que
pretenden hacer es enseñar a su hija algo mucho más gratificante que la
satisfacción momentánea que dan las cosas materiales el placer de
dar, ayudar y contribuir con algo más grande. Además, claro, de no inculcar en
ella esa necesidad material que en estas décadas tenemos muchos. Pienso, que
uno de los mejores regalos que le podemos dar a un infante es no crearle esa
eterna necesidad a los chunches, ya que es casi como darle agua salada cuando
tenga sed, siempre se va a necesitar más.
Este mes es importante por muchas razones, cada uno tendrá las suyas. Pero debemos recordar que no es necesario comprar basura para celebrarlo. Olvidemos la manía de que necesitamos “más cosas” para ser felices, que la magia de navidad radica en los chunches, o que los niños necesitan decenas de juguetes para disfrutar su niñez. Absolutamente todos los estudios sobre la felicidad que conozco, coinciden en que el bienestar no está en los chunches, pero eso usted ya lo sabía, ¿cierto?
Alonso Muñoz Solís
- Diciembre, 2011
En los Crestones, con mi hermano. Chirripó. Enero 2009 |
* CHUNCHE: todo aquello material que sabemos que no necesitamos pero que por alguna
razón queremos.
-
Comparto plenamente su pensamiento y su sentir. Creo que la mejor forma de celebrar la Navidad es compartiendo una cena sencilla, regalando un abrazo y un beso a quienes queremos y por supuesto elevando una oración de agradecimiento a quien todo nos da.
ResponderEliminarMuy bueno Alonso! Los regalos de Navidad, como todo en la vida tienen un propósito y es el de demostrar con detalles el cariño hacia una persona en una época donde debemos recordar que hay que dar sin esperar nada a cambio, uno no da un buen regalo esperando uno mejor; se da un buen regalo porque a quien se lo doy eso merece. Si tomamos este propósito de los regalos como referencia, los mejores regalos no son los "materiales" (lo pongo entre comillas porque todos tendrán un algo material) sino que son aquellos que no representan la satisfacción de una necesidad o des e sino más bien el verdadero conocimiento de la persona a quien le damos el regalo.
ResponderEliminarHola Alonso: me encantó tu comentario- tenés razón! El domingo pasado en la iglesia se habló sobre el verdadero significado de la navidad, y es precisamente la celebración del nacimiento de Jesús, que para los cristianos es nuestro salvador. Ese debería de ser regalo suficiente para los que creen...
ResponderEliminarun abrazo!
Siempre he dicho que lo bueno de la Navidad es que une a las familias que por alguna razon no se vio en todo el año. Casi no doy regalos y cuando alguien me pregunta que quiero siempre digo que me invite a comer o a una birra, una simple excusa para que hablemos un rato. Voy con eso de las experiencias y cuando tenga hij@s trataré que aprendan eso. No es feo decir "tengo todo lo que necesito, no me regalen nada" sin sonar arrogante, pero en realidad uno ocupa muy poco para estar bien y esa es la perspectiva que se pierde y le sirve a las tiendas en esos centros comerciales. Pasala bien mae.
ResponderEliminarLa culpa no la tiene el niño que hace berrinche porque no le compraron lo que queria... sino el adulto que esta detras y un dia le hizo creer que si se compra lo que se desea, va a ser dueño de un pedazo de felicidad... Lo grave, es que estos niños adultos siguen viviendo la misma fantasia: para convencerse una vez mas de que el carro nuevo, la casa nueva, la novia nueva... no traen en combo el pedacito de felicidad duradera...igual que cuando tenian 5 años...
ResponderEliminarBuen día, Alonso.
ResponderEliminarYo estoy totalmente de acuerdo con vos. Sin embargo, hay que reconocer que a uno le entran ganas de regalar algo a quienes estén en el corazón de uno, y la época se presta. En mi caso, yo intento regalar cosas útiles. Por ejemplo, recientemente conocí a Nuri, ella viene de Honduras y no tiene mucho de estar en el país. Hace unos días vino a visitarme y resultó que fuma cigarrillos. Dentro de las conversaciones surgió que no tenía cenicero, por lo cual decidí regalarle uno para estas fechas. Estoy segura de que no terminará en la basura ni en el mar y que dará buen uso de ello. Continuando, yo veo dos problemas: 1- Justo todo lo que describes: regalos innecesarios y de mala calidad, que normalmente terminan rotos y en la basura. La otra cosa es que - fui criada católica, pero yo no sigo ni esa ni ninguna otra corriente religiosa - mas puedo ver como el sentido de la ''Natividad'' original se ha ido tergiversando con el tiempo. Ahora se reduce a: quién trajo ''el mejor regalo'', la bombetera y la cena. Son pocas las familias que siguen haciendo el ritual original. Será culpa de la publicidad o de la globalización? Yo pienso que es culpa de cada uno, pues todos tenemos el poder de decidir lo que seguimos y no seguimos. Con ésto dicho, lo más fácil es ''calzar'', hacer lo que todos hacen, así compran regalos, pierna de cerdo, bombetas y demás artilugios para calzar en la fórmula. Si te sales del molde, como es mi caso, te miran feo, o te tienen lástima e incluso se resienten porque uno va con ellos. Justo me pasó el 24 de Diciembre, mi madre me llama para preguntar si voy a asistir a la cena de navidad. Yo le contesto que no, por las razones que ya le he explicado muchas veces (una de ellas es que tenía que trabajar), aún así lloró por el teléfono porque no me iba a poder dar los regalos que me había comprado!
Para finalizar, muchos dicen: ''lo buenos es que se unen las familias''. Pues yo pienso que es lo contrario. Qué triste que las familias se ''unan'' una vez al año. Que triste que se ''reconcilian'' cuando ''nace el Señor'' y luego de todo el frenesí, cada uno por su lado, a su propio rinconcito y en algunos casos, regresan los odios y renconres. Yo lo veo como las mascaradas: Todos se ponen la máscara para la ocasión y cuando termina la noche, se la quitan y siguen siendo los mismos seres humanos que eran antes de ''tirar la primera bombeta''
ALONSO, GRACIAS!SIEMPRE HE TENIDO ESA VISON, PERO HOY QUE SOY PAPA ENTIENDO AUN MAS NUESTRA RESPONSABILIDAD!!!! DEBEMOS CREAR EN ELLOS EL DESEO DE COMPARTIR CON QUIENES MENOS TIENEN Y NO LA ADICCION A TENER Y QUERER CADA VEZ MAS,QUE DIFICIL EN ESTE TIEMPO DONDE EL CONSUMISMO NOS CONSUME...EN ESTOS DIAS COMPRE ALGUNOS REGALOS PARA ELLA, COSAS SENCILLAS QUE SE QUE LE GUSTARIAN Y QUE NO ERAN TAN INALCANZABLES, SIN EMBARGO LA NOCHE DEL 24 CUANDO ELLA RECIBIO DE SUS TIAS Y ABUELOS UNA PILA DE REGALOS Y EL 25 DE IGUAL FORMA EN LA OTRA FAMILIA MI CONSCIENCIA ME GOLPEO... QUE BIEN QUE MI HIJA PUEDA TENER MUCHAS COSAS PERO PODRIAMOS HABER DADO ALGO DE TODO ESTO A ALGUIEN QUE LO NECESITARA MAS.... LA VERDAD NUESTRA FELICIDAD RADICA EN SER QUIENES SOMOS Y ACEPTARNOS DE ESA FORMA, EN VER QUE DIOS NOS BENDICE CON EL SOLO HECHO DE RESPIRAR Y NO EN TENER MILES DE REGALOS, DIOS ENVIO A SU HIJO Y SE DESPRENDIO DE EL... ESO SI ES UN REGALO!!!! Y TODO PARA QUE TU YO Y QUIEN QUIERA ACEPTAR ESE REGALO SEA SALVO... LA FORMA LA DEBEMOS BUSCAR PERO EN MI CASO PROMETO LUCHAR POR ENSEÑAR A MI HIJA EL VALOR DE COMPARTIR LO MUCHO QUE DIOS TE DA CON QUIENES NO TIENEN TANTA SUERTE EN LA VIDA.... INICIANDO POR REGALAR ALGUNOS DE SUS JUGUETES EN ESTOS DIAS A FAMILIAS NECESITADAS A LAS CUALES CONOCEMOS.... LA ALEGRIA DE UNA SONRISA INFANTIL NO TIENE PRECIO, Y SI DAR ALGO A ALGUIEN ES GENERADOR DE ALEGRIA ASI SE HARA... NO SOLO TU TIENES DERECHO DE TENER TODO Y MAS.... BENDICIONES!!!!
ResponderEliminaramen!!! no necesitamos chunches materiales para ser feliz!!! es nuestra responsabilidad criar de esta manera a nuestros hijos!!!
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